¿Somos el ESPEJO de nuestras RELACIONES?

Para poner en contexto, este artículo sobre “Los espejos de las Relaciones”, primero deberíamos entender que existe un lugar en el que comienzan todas las cosas, un lugar de pura energía que simplemente  “es”. . . en ésta incubadora cuántica de la realidad, todo es posible. Desde nuestro éxito personal, riqueza y curación hasta nuestro fracaso, pobreza y enfermedad. . . todas las cosas, desde nuestros mayores miedos hasta nuestros deseos más profundos, comienzan en esta “sopa” de potencialidades.

A través de creadores de realidad como la imaginación, la expectativa, el juicio, la pasión y la plegaria, materializamos cada posibilidad y la hacemos entrar en la existencia. Con nuestras creencias sobre quién somos, sobre lo que tenemos y lo que no tenemos, y sobre lo que deberíamos ser y lo que no deberíamos ser, insuflamos vida a nuestras mayores alegrías, así como a nuestros momentos más tristes.

La ciencia no puede resolver el misterio fundamental
de la naturaleza. Y esto es así porque, en el análisis final,
nosotros mismos somos. . . parte del misterio que
estamos intentando resolver.
Max Planck (1858-1947, físico.

Cuando nos comprendemos a nosotros mismos y
a nuestra conciencia, también comprenderemos el universo,
Y la separación desaparece.
Amit Goswani, físico.

Las clave para dominar este lugar de pura energía consiste en saber que existe, comprender como funciona y finalmente hablar el lenguaje que él reconoce. Todas las cosas pasan a estar al alcance de nuestra mano en calidad de arquitectos de la realidad, en este puro lugar de energía.

Por lo tanto éste lugar de pura energía hace las veces de recipiente, en el que existe el universo. . . el puente entre todas las cosas y el espejo que nos muestra lo que hemos creado.

A lo largo del siglo pasado, los físicos descubrieron que la sustancia de la que están hechos nuestros cuerpos y el universo no siempre sigue las claras y ordenadas leyes de la física que han sido consideradas sagradas casi tres siglos.  De hecho, a escala microscópica, las propias partículas de las que estamos hechos no siguen las reglas que afirman que nos hallamos separados unos de otros y que nuestra existencia es limitada.  En el nivel de las partículas, todo parece estar conectado y ser infinito.

Estos descubrimientos sugieren que hay algo dentro de cada uno de nosotros que no está limitado ni por el tiempo ni por el espacio, ni incluso por la muerte.  En otras palabras, el “nosotros” que vive dentro de nuestro cuerpo físico no está limitado por la piel y el pelo.
Sea cual sea el nombre que decidamos darle a este misterioso “algo”, lo importante es que todos lo tenemos, y el nuestro se entremezcla con el de todos los demás, como parte del campo de energía que abarca todas las cosas.

También tengamos presente que los pueblos antiguos, llegaron a comprender cómo funciona esta parte olvidada de nuestro ser. . . y es muy importante que lo apreciemos y encontremos un lugar para su sabiduría. Pues aunque le cambiemos los nombres, y ahora le digamos: ciencia cuántica, nueva física o utilicemos frases técnicas como “la dependencia respecto a las condiciones iniciales” (o”el efecto mariposa”) etc. . . todo ya ha sido “comprendido” por nuestros chamanes o nuestras machis. . . la ciencia lo está comprendiendo ahora.

Solo que ahora todo aquello, se está probando por la ciencia. . .y las investigaciones realizadas han demostrado que todas las cosas están conectadas a causa de nosotros y que con nuestra búsqueda del amor, hasta el cumplimiento de nuestros más profundos deseos nos hace parte integral de lo que experimentamos cada día. Por lo tanto, también, tenemos la oportunidad de usar el mismo poder que impulsa a todo el universo; a través de la unidad que reside dentro de todos los habitantes de este planeta.
Tenemos línea directa con la misma fuerza que ha creado todas las cosas, desde los átomos y las estrellas hasta el ADN de la vida.

Para poder utilizar la fuerza del propio universo, debemos vernos a nosotros mismos como parte del mundo en lugar de separados de él.

 

Los ESPEJOS de la RELACION
mensajes provenientes de nosotros mismos

 

La vida es un espejo y reflejará de vuelta hacia el pensador
aquello que éste haya pensado.
Ernest Colmes (1887-1960), fundador de la Ciencia de la Mente

El reino está dentro de vosotros, y está fuera de vosotros…
No hay nada oculto que no vaya a ser revelado.
Palabras de Jesús, recogidas en el Evangelio de Tomás.

Este lugar de pura energía. . . que también podríamos llamar la Matriz Divina, es el contenedor de nuestras experiencias a la vez que nos proporciona el espejo cuántico que nos muestra, en nuestro mundo lo que hemos creado con nuestras creencias.

Tomemos las relaciones como una oportunidad para vernos a nosotros mismos de todas las maneras imaginables y poder convertirlas en desencadenantes de emociones y sentimientos que nos ayudarán a curar heridas más profundas y aliviar nuestros mayores sufrimientos.


Cinco antiguos espejos de la relación

El primer espejo:        Reflejos del momento
El segundo espejo:     Reflejos de lo que juzgamos en el momento.
El tercer espejo:         Reflejos de lo que hemos perdido, entregado o que nos han arrebatado.
El cuarto espejo:        Reflejos de nuestra noche oscura del alma.
El quinto espejo:        Reflejos de nuestro mayor acto de compasión.

 

Recordemos que se ha demostrado que a medida que cambiamos la manera en que nos sentimos respecto a lo que nos ha sucedido en el pasado, modificamos la química de nuestro cuerpo en el presente.

Reflejos del Momento

Estudias el rostro del cielo y de la tierra,
pero no habéis reconocido al que está ante vosotros,
y no sabéis cómo interpretar este momento.
El Evangelio de Tomás.

Si estamos viendo nuestras creencias manifestándose a través de nuestros espejos, eso significa que están sucediendo ahora. Cualquier reflejo que veamos representa una valiosa oportunidad, pues una pauta negativa puede solucionarse en un abrir y cerrar de ojos.

Cuando detectamos que nuestras creencias se reflejan en tiempo real en nuestras relaciones con los demás, experimentamos el primero de nuestros espejos, y es simplemente eso: el espejo del momento.

Reflejos de lo que juzgamos en el momento

Reconoce aquello que tienes a la vista,
Y te será revelado aquello que está oculto
El Evangelio de Tomás

Los profesores de artes marciales dicen: “Cada persona en la competición es un espejo para ti. Al ser tu espejo personal, tu adversario te mostrará quién eres en ese  momento. Al observar cómo te encara, estás viendo su reacción a cómo te está percibiendo”
Este espejo es muy sutil.

Debemos examinar las relaciones con la gente  mas cercana a nosotros, luego identificar los rasgos y características que nos irritan y que no soportamos. Después hacernos la siguiente pregunta: “¿Están estas personas mostrándome a mí mismo, en este momento?”.
Es muy posible que así sea. En ese caso, lo presentirás inmediatamente. Sin embargo, si la respuesta es no, puede que estén revelando algo incluso más profundo y poderoso que el reflejo de quien eres (puede que esté mostrando el reflejo de las cosas que juzgas en la vida).  Cuando se reconoce el espejo, la curación de tus juicios habrá comenzado.

Por ejemplo si nos han arrebatado, nos han robado algo, “No hacer nada. . . porque el arrebatador tendrá que vivir con lo hecho  siempre”.
Los espejos del juicio son tan sutiles y escurridizos que posiblemente no tengan sentido para todo aquel que tome conciencia de ellos.
El mejor método para trasformar nuestros juicios es la bendición, que nos libera de los sufrimientos de la vida el tiempo suficiente como para reemplazarlos por otro sentimiento. La clave radica en que por un momento nos liberamos de nuestro sufrimiento el tiempo suficiente como para dejar que algo distinto penetre en nuestros corazones y en nuestras mentes: el poder de la “belleza”

 

Reflejos de lo que hemos perdido,
entregado o que nos han arrebatado

Jesús ha dicho: “El Reino del Padre se asemeja a una mujer que
llevaba una jarra llena de grano. Mientras ella caminaba por un sendero, a una cierta distancia de su casa, el asa de la jarra se rompió, y
el grano se fue derramando detrás de ella.  Ella no se dio cuenta;
no había notado nada raro.
Cuando llegó a su casa, puso la jarra
 en el suelo y la descubrió vacía”.
El Evangelio de Tomás

Tu amor, compasión y afecto son como el grano de la jarra de la parábola.  A lo largo de tu vida, son las partes de tu ser que consuelan, ayudan a los otros (así como a ti mismo) en los tiempos difíciles.  Cuando perdemos a la gente, lugares y objetos que amamos, es nuestra naturaleza compasiva y afectuosa la que nos permite sobrevivir y superar estas experiencias. Pero todas éstas pérdidas se han convertido en parte de nuestra esencia mas profunda. . .parte de tu alma y al igual que el alma nunca puede ser destruida, la esencia de tu verdadera naturaleza no puede perderse.
Simplemente ha sido ocultada y camuflada para salvaguardarla.  Reconocer cómo realizamos ese camuflaje es embarcarse en una rápida curación. Recuperar las partes de nosotros mismos que hemos perdido puede ser la mayor expresión de nuestro dominio personal.

Tratamos de encontrar en otras personas, aquello que hemos perdido.  El secreto de éste tipo de búsquedas es la esencia del misterio del tercer espejo.
Para sobrevivir, todos ponemos en peligro grandes partes de nuestro ser. Cada vez que lo hacemos, perdemos algo en nuestro interior de maneras que son socialmente aceptables, aunque dolorosas. Asumir el papel de un adulto y perderse una parte de la infancia, después de una separación familiar, la pérdida racial cuando las culturas son unidas a la fuerza o la superación de un trauma infantil mediante la represión del dolor y la ira son todos ejemplos de cómo perdemos partes de nosotros mismos.

Cuando encontramos nuestros pedazos “faltantes” en los demás, nos sentimos irresistiblemente atraídos hacia ellos. Puede que incluso creamos que los “necesitamos”, hasta que recordemos que lo que nos atrae de ellos es algo que aún tenemos en nuestro interior. . .simplemente está dormido.
El hecho de reconocer nuestros sentimientos hacia los demás por lo que son y no por aquello en lo que los ha convertido nuestro condicionamiento es la clave del tercer espejo de la relación.

Debemos descubrir lo que nuestros sentimientos de atracción, nos están diciendo. . . Cada uno de nosotros ha entregado las partes de su ser que creía eran necesarias para la supervivencia emocional o física.  Al hacer esto, es fácil vernos a nosotros mismos como “menos que” y quedar atrapados en las creencias de lo que queda.  Para algunas personas, este intercambio se produce inconscientemente; para otros, es una elección consciente.

Cuando encuentras a alguien en tu vida que te produce un sentimiento de familiaridad, te invito a que te sumerjas en el momento.  Algo poco común y valioso está sucediendo para los dos: acabas de descubrir a alguien que ha guardado los pedazos de ti mismo que estabas buscando.  A menudo ésta es una experiencia compartida. . pues la otra persona se siente atraída hacia ti por las mismas razones.  Usa tu buen criterio. . . y mientras estás hablando, hazte mentalmente esta sencilla pregunta: “¿qué veo en esta persona que yo haya perdido, entregado, o que me haya sido arrebatado?
Casi inmediatamente, surge una respuesta en tu mente y tu cuerpo sabe lo que es importante para ti.  Quizá percibas una belleza en esa persona de la que creas carecer en ese momento.  A lo mejor es su inocencia ante la vida, la elegancia con que se mueve por el pasillo del supermercado, su confianza al realizar la tarea que tiene entre manos o simplemente el resplandor de su vitalidad.  Piensa que estas encontrando una parte de ti mismo en otra persona, algo que ya posees y estas experimentando lo que se siente cuando esa parte es despertada.

Comprender lo que nuestros sentimientos hacia otras personas nos están diciendo sobre nosotros mismos puede ser una de las herramientas más poderosas para descubrir nuestro mayor poder.

 

Reflejos de nuestra noche oscura del alma

Cuando saquéis lo que hay dentro de vosotros,
esto que tenéis os salvará
El Evangelio de Tomás

La Noche Oscura del Alma, es una época de tu vida en la que te ves arrastrado hacia una situación que representa lo que para ti son tus peores miedos (enfermedades, pérdida de trabajo, ruptura de pareja, etc…).  Una época así viene generalmente cuando uno menos se lo espera, y a menudo sin aviso.  Sucede cuando tu dominio de la vida indica que es perfecta. . .que todo está bien. . está en equilibrio.

El propósito de este espejo es que experimentemos y superemos nuestros mayores miedos.
Aunque es posible que pasemos por muchas noches oscuras del alma a lo largo de nuestra vida, la primera suele ser la más difícil.  Cuando detectemos que allí hay una, debemos preguntarnos ¿ qué es lo que se me está pidiendo que aprenda?

 

Reflejos de nuestro mayor acto de pasión

Muéstrame la piedra que los constructores han rechazado.
Ésa es la piedra angular.
El Evangelio de Tomás

Como todos sabemos, somos nuestros críticos más exigentes.  Por esta razón, este espejo es conocido como nuestro mayor acto de compasión.  Se trata de la compasión por nosotros mismos (lo que somos y aquello en lo que nos hemos convertido).

A través del espejo de nosotros mismos se nos pide que aceptemos compasivamente la perfección que ya existe en cada momento de la vida.  Esto es cierto independientemente de cómo otros vean ese momento o de cómo salgan las cosas.  Hasta que la importancia que le otorguemos al resultado sea el producto de nuestra propia decisión, cada experiencia es simplemente una oportunidad para expresarnos a nosotros mismos. . .nada más y nada menos.

En la Matriz Divina, lo que sentimos sobre nosotros mismos (nuestra apariencia física, nuestros logros, nuestro desempeño) es reflejado de vuelta hacia nosotros como la realidad de nuestro mundo.  Con esto en mente, la mayor regeneración de nuestras vidas puede también convertirse en nuestro mayor acto de compasión.  Es la bondad que nos concedemos a nosotros mismos.

Reflexiones

Aunque sin duda hay otros espejos que nos muestran secretos aún más sutiles de nuestra verdadera naturaleza, éstos cinco espejos tratados aquí, son los que permiten la mayor regeneración en las relaciones de la vida.  En éste proceso, descubrimos nuestro poder más  verdadero como creadores  que somos.  Cada espejo es un escalón hacia un mayor nivel de dominio personal.  Una vez los conozcas, ya no podrás olvidarlos.  Una vez veas cómo surgen en tu vida, ya no volverán a pasar desapercibidos. Cada vez que conozcas uno de los espejos en un determinado lugar de tu vida, hay buenas posibilidades de que encuentres la misma pauta operando también en otras áreas.

En mi opinión, no somos capaces de vivir una vida que no sea espiritual.  Por decirlo de otra manera, en calidad de seres espirituales, solo podemos tener experiencias espirituales.  Independientemente de cómo pueda ser la vida, creo que todas nuestras búsquedas y todos nuestros caminos nos están llevando al mismo sitio.  Desde este punto de vista, las actividades de cada día no pueden separarse de nuestra evolución espiritual. . . ¡ son nuestra evolución espiritual!

Cordialmente
redaccion@portalhombrenuevo.com

 
© 2005 - 2006 www.portalhombrenuevo.com
Los contenidos pueden ser divulgados citando la fuente y en forma gratuita.

Aborígenes
Argentinos

LIBROS

Calendario
EVENTOS

Paseos
Energéticos

HOME